De un tiempo a esta
parte algunas, jovencitas sobre todo, quizá compinchadas con sus
novios vainilla, ven una forma de ganar dinero fácil con eso de
insultar y enseñar los pies o algo más, a cambio de dinero. Es una
auténtica plaga de findoms de pacotilla. Ni siquiera les gustan los
sumisos, de hecho los desprecian, no como parte de una dinámica de
humillación sexual, sino que están convencidas de que son unos
perdedores. Ellos a su vez pagan a cambio de, como eso tan
trasnochado de pagar por lograr sexo porque no tienen otra cosa que
ofrecer. Tanto unas como otros, lejos de no hacer daño a nadie,
ofrecen una imagen lamentable del femdom, porque lo grave es que se
ponen nicks de Amas. Al menos deberían llamarlo por su nombre, yo
propongo tributismo a falta de otra cosa mejor, porque ni eso es
dominar ni eso es someterse.
“Te enseño las
tetas y dame dinero” no es dominar, por mucho que insultes y
menosprecies a esos “sumisos” que creen que la sumisión es
arrastrarse y degradarse por las buenas. Intentar defender una
Dominación Femenina no machista en la que los hombres no van de
putitas ni ellas de amos con tetas, es desalentador con el panorama
que hay, pero aquí sigo como los irreductibles galos de la aldea
Asterix. Soy muy indie en todas mis facetas así que no me pilla de
nuevas eso de tener un pensamiento independiente y contra corriente.
Mientras tanto, ellas seguirán contando euros, con esa pobreza
extrema de los que son tan pobres que solo viven para el dinero, y
ellos se auto engañarán creyendo que clicar en el botón de donar
les consigue el Ama de sus sueños.
Se podría hacer un
starter pack findom en un minuto: escote, dedo anular levantado,
insultos y símbolo del dólar. No hay más.
Dentro de una
relación femdom, aunque sea a distancia o esporádica, el control
del dinero puede ser un componente más o no intervenir para nada,
pero que sea la base de esa especie de transacción ciber entre
desconocidos... lo dicho, tributismo y nada más.
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