Si
recordáis el post del otro día, La Venus de las pieles, no es
la única vez que Emmanuelle Seigner hacía de Dómina en una película. Hay que remontarse a unos años atrás, a Lunas de Hiel,
en la cual se nos muestra una relación de pareja que pasa por todos
los matices posibles, desde la nube de colorines de los comienzos
hasta la degradación absoluta en la que se confunde amor con
dependencia, llegando al maltrato, la venganza y varias lindezas
por el estilo. Pues bien, en una de las fases, la pareja experimenta
con todo lo que se le pone a tiro, y claro, no podía faltar que
probasen con el femdom. Las imágenes hablan por sí mismas, así que
solo comentar que me parece que cuando se llega a esto, o a cualquier
otro tema, por salir de la rutina sexual, ocurre que una vez que se
pasa la novedad, el problema sigue ahí. Y en esto de la Dominación
Femenina en concreto debe haber una auténtica vocación por ambas
partes para que la cosa no quede en un teatro vacío que, como bien
dice el protagonista, no hay quien se lo crea. Aparte de que el
numerito del cerdo y similares son más propios de sesiones de
dominatrix de manual, pero vaya, que cada cual se pone a tono como
quiere, aunque eso sí, qué menos que sentir lo que haces. Y
la frase “cuando idolatras a una mujer no hay nada obsceno en lo
que haces” me parece un gran acierto, lástima que no cuadre con el
resto de la historia.

~ La sumisión NO es ser utilizado, la sumisión es ser útil.
~ La sumisión NO es pensar de ti mismo que eres menos, la sumisión es pensar menos en ti mismo.
~ La sumisión NO es lo que te hacen a ti, la sumisión es lo que tú puedes hacer por ella.
Esa película podría calificarse hasta de aterradora, por momentos.
ResponderEliminarSí, es bastante dura por momentos, el terror no viene de fuera sino de los monstruos que pueden salir del interior de las personas.
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