Sí,
vale, a estas alturas salgo con esta pregunta... Aprovechando que
algunas visitas llegan tecleando justo esa frase, la mayoría
poniendo dominación femenina, y recientemente desde el enlace que
dejé en el artículo de elpais Mujeres que mandan en el sexo, me da qué pensar acerca de lo que se supone que
significa, o lo que busca la gente cuando mete esas dos palabras en
un buscador.
Antes
de seguir, comento que en el artículo del enlace, titulado Mujeres
que mandan en el sexo, se ve lo que suele pasar cada vez que se saca
el tema en sociedad. Mis palabras allí resumen a qué me refiero:
Es
muy triste (por no decir indignante en el caso de algunos
comentarios) la desinformación y la falta de respeto sobre lo que se
aparta de lo convencional. "Menos hombres", "cosas
peores esconden algunos"... En fin, aquí dejo mi grano de arena
por si sirve para arrojar algo de luz.
Luego
dejé el link a mi blog, y las visitas se dispararon hasta las 3.000
al día, como se ve en las “montañas” del centro de la gráfica
de estadísticas:

Cifras
aparte, que no significan gran cosa, (¿cuántos llegarán buscando
todo el repertorio típico de porno y manuales y no entenderán una
sola palabra?), me llama la atención esa curiosidad o ese querer
saber más, y no sé si es en su sentido positivo desde una postura
de respeto o en plan “vamos a ver los frikis estos en qué se
entretienen”. Lo de abrir el tema a la sociedad me parece un avance
más que necesario, vista la desinformación y rechazo por sistema
cada vez que se toca el tema en sitios no específicos. Aunque,
claro, si resulta que la Dominación Femenina es, según opinan algunos, toda esa
legión de gusanos arrastrados buscadores de cuernos y demás medios
de anular su hombría, y de amas nazis que a falta de valía propia
necesitan hundir en el barro a los otros para poder destacar ellas,
entonces soy la primera que voto porque se queden donde reconocen
ellos mismos que más a gusto están, o sea, en el fondo de las
oscuras mazmorras y escondiendo “lo suyo” de espaldas a su vida
A.
Para
mí, la Dominación Femenina no se basa en anular al sumiso ni en ser
la mala de manual que esperan ellos según sus fantasías, y creo que
mi manera de enfocar una relación de Dominación Femenina se aleja
bastante de los tópicos. Muchos llegan hasta aquí tecleando alguna
burrada, pero a la vez noto que no estoy sola en mi forma de verlo, y
eso es algo que me parece fantástico.
Volviendo
a los comentarios de “incomprensión” del artículo, creo que,
intolerancias aparte, se deben a todo el conjunto de tópicos sobre
el tema, ya que hay muy pocos testimonios de personas que narren sus
vivencias reales (cuántos blogs de supuestos sumisos contando su
vida con su Ama X solo salen de sus calenturientas mentes y ni se
molestan en avisar al lector de ese pequeño detalle...) y entre las
que son reales, pocas se apartan de las cuatro prácticas
de manual porno, sin que lleguen a transmitir lo que sienten, sobre
todo a nivel psicológico.
Leer
ese tipo de comentarios me produce una sensación de cosa vista cien
veces antes, es todo lo que se repite una y otra vez. Lo de la poca
hombría es lo que más temen algunos sumisos en duda y por donde les atacan los supuestos hombres de verdad. Para mí, un hombre no pierde
ni un miligramo de hombría por someterse a una mujer, sino todo lo
contrario, pero claro, preguntemos a Ama Zutana que tiene una cuadra
de gusanos arrastrados a los que humilla día y noche recordándoles
lo poco hombres que son, y ya nos topamos con la duda de quién tiene
razón, si ella o yo. Pues según se mire... porque ella se amolda,
sin saberlo o sabiéndolo, a la fantasía más extrema de algunos, y
sigue el modelo tradicional de masculinidad=poder=violencia, así que
bajo mi punto de vista, yo me acerco más a la Dominación Femenina real porque soy una
mujer que no necesita disfrazar sus actitudes de rudeza y
masculinidad, pero esto da para otro post.
Entonces,
¿qué es la Dominación Femenina? Para mí es muy obvio su
significado, pero parece que, por una parte, hay como una especie de
biblia no escrita sobre el tema (bueno, vale, sí que está escrita,
véase todo lo que dijo Elise Sutton desde su púlpito...), y por
otra parte parece que depende de a quien le preguntes que te dará
una u otra definición, por ejemplo, degradar al sumiso, despojarlo
de todo atisbo de masculinidad, suministrarle dolor en altas dosis,
encerrarlo en una jaula a pan y agua, batir el récord mundial de
colita encerrada en un CB, ponerle los cuernos con un macho “de
verdad”… Todas esas prácticas, separadas o unidas en todo o en
parte, darían como resultado supuestamente una relación de Dominación Femenina. Y,
sin embargo, si empezamos a analizar cada una de ellas, veremos que
no tienen por qué tener NADA que ver con eso de dominar y someterse.
Feminización, cuernos, scat, sodomización, incluso sadomasoquismo,
son prácticas o experiencias que puede vivir cualquier persona sin
que tenga un pelo de sumiso o de dominante.
Y
aquí hay que hacer un inciso para hablar nuevamente de la división
entre juego y vivencia. Yo no juego, yo vivo. Yo no practico, yo
siento. Habrá
quien busque cosas nuevas y se tope con la Dominación Femenina y habrá quien se tope
con la D.F. y descubra que ESO es lo que ha sentido desde siempre y no
sabía ponerle nombre. Opino que las sesiones de bdsm pueden estar enmarcadas en la
Dominación Femenina o pueden ser poco más que funciones de teatro. La base de mi
concepto de Dominación Femenina es que una mujer es la que toma la decisión acerca de
cómo va a ser esa relación, y el sumiso lo acata. A partir de ahí,
lo que hagan o dejen de hacer es cosa de ellos. Sip, no voy a
ningunear el poder del sumiso en todo esto. Si él no quiere, poco se
puede hace para dominarlo. Eso por una parte. Por otra, no hay que
olvidar la compatibilidad. Un sumiso que no se sienta realizado a
través del dolor, podrá moldearse a la situación pensando que no
tiene más remedio que entrar en los “cánones”, pero a la larga,
se sentirá igual de atrapado y menos él mismo que en una relación
convencional. Si un sumiso me viene contando que era una criada sussy
con su ex-Ama pero que ahora va a quemar el vestido de chacha porque
yo se lo ordene... una de dos, o la engañaba a ella o me engaña a
mí. Eso es un sumiso camaleón, como ya dije aquí.
Todos
tenemos nuestra identidad, y no podemos dejarla en la puerta, esto no
iba a ser una excepción. Fingir no trae buenas consecuencias. Una
relación de Dominación Femenina podrá tener varias caras vista desde fuera, pero la
honestidad por ambas partes es lo que no debe faltar. Sobre esto
último, el enésimo casado que me escriba sin leer el resto del blog
opinará que él es super honesto... con su entrepierna claro. Pero
en fin, sigo.
Entonces,
¿cualquier cosa sirve para considerar que un sumiso lo es y una Ama
también? ¿Todo vale como Dominación Femenina mientras ambos lo decidan así? Bueno,
según dicen por ahí es así de fácil. Mientras un tío diga que es
sumiso y que lo suyo es válido porque él lo decide y porque siempre
habrá alguna Ama-tonta que se lo consienta todo, ya tenemos una
relación femdom. Que los dos serán felices, no lo dudo. Otra cosa
es que se pongan la etiqueta y salgan al mundo presumiendo de otra
cosa distinta a lo que es en realidad, y que es justo todo lo
contrario: un hombre que decide cómo, cuándo y dónde someterse a
una mujer que le va a dominar justo de la manera que él decida.
Hacer
una lista de prácticas y subirse al púlpito a decir tajantemente lo
que vale y lo que no, o lo que se supone que hay que hacer por
narices, es tan absurdo como si se quisiera hacer una ley acerca de
lo que una pareja heterosexual convencional debe hacer con su vida
dentro y fuera del dormitorio (aunque en realidad muchas parejas
“normales” se ajustan a esa hipotética ley sin salirse ni una
coma del guión), pero me refiero a que nadie examina el grado de
vainillismo de nadie ni le pregunta si practica el
misionero tres veces por semana y la felación al menos una vez al
mes, y sin embargo, viendo ciertos testimonios de sumisos, parece que
lo suyo no es una relación sino una estadística permanente que
traduce a cifras TODO, desde el número de orgasmos hasta las veces
que puede mirar a los ojos a su Ama al mes. Sobre esto de las
prácticas, es tan fácil como decir que si algo no me/nos sirve,
puede servirle a otros, pero que por hacer X o por no hacerlo, nadie
es más o menos sumiso o Ama.
Si
alguien busca información sobre el tema sin saber nada, puede que
acabe con una confusión considerable. Y en cuanto a los que tienen
una idea fija en la cabeza cuando navegan por la red creo que
deberían replantearse si lo que les venden desde el porno es
realmente Dominación Femenina. Yo, si tuviera que poner una piedra angular en esto,
sería la que comenté arriba. Ella decide y él acata, pero sin
presiones ni deshonestidades por ninguna de las dos partes. No hay
que seguir ningún catálogo de prácticas obligatorias ni forzar a
nadie ni esperar que el/la otro/a sea como en determinado vídeo de
porno femdom. Se trata de dos personas afines, ni más ni menos, que
están de acuerdo en la manera de enfocar su relación, y mientras
sea ella la que pone las reglas y él las acepte encantado, será Dominación Femenina.
Así de “simple”.
Uno
de los motivos que me impulsaron a empezar este blog fue que echaba
en falta una visión acorde con mi manera de vivirlo y sentirlo, que
aunque no sea la única ni pretenda ser la tabla de los 10
mandamientos del supuesto femdom puro, tiene mucho más sentido
común, más realismo y más “papeletas” para ser el futuro de
las relaciones de Dominación Femenina normalizadas y sacadas de un
armario-mazmorra.
Cuando
se entienda que la foto que acompaña este post es un SIMBOLO de lo
que ocurre el 90% del tiempo entre Ama y sumiso, y que estar a los
pies de ella no significa estar pisoteado, sino que él está a su
disposición, llegaremos a un concepto de Dominación Femenina mucho
más auténtico y realista, para alegría de los que aspiran a vivir
esto sin paranoias y parafernalias, y para decepción de l@s que la
única esclavitud que conocen es la de un patético estereotipo que
ahoga y limita la grandeza de la Dominación Femenina.